martes, 2 de diciembre de 2008

Un espacio para la esperanza

La primera vela ya está encendida.Si este pasado fin de semana te acercaste a un templo, habrás visto la bendición de la corona de adviento. Son cuatro semanas que nos separan de la Navidad, cuatro velas por cada una de ellas. Una luz de esperanza que se enciende en el corazón para estar despiertos.Son muchos los reclamos externos que nos invitan a permanecer medio anestesiados e incluso dormidos. Ayer comentaba en la misa de niños que "hay un señor gordo por ahí que tiene barba, va vestido de rojo, dice ja,ja, ja y reparte regalos que quiere matar al Niño Jesús". Más de uno se quedó con la boca abierta. Y alguna madre al final me vino a decir que cómo le hablaba de este tema a su hija. Por mi parte, le comentaba que me daba la razón porque pretendía llamar la atención. Ahora se trata de discernir, analizar y decidir en casa.Lo que no se puede pretender es que el 25 regalos y luego el 6 los reyes, como que no.No pretendo quitar los Reyes, pero sí invito a una actitud más crítica y menos consumista.Por ejemplo ¿ por qué no dedicar una parte de la paga extra de Navidad a Cáritas, a los pobres, a un proyecto social...?La verdad que el reto está ahí y que quien sepa ir contracorriente merece todo aplauso, al menos contará con el mío y con el de cuantos creemos que las situaciones pueden cambiar.


Y hablando de ir contra corriente, acabo de ver la película "Bella".No quiero comentar mucho de ella, para que quien desee ir a verla pueda hacerlo sin que le desvele nada.Cine no comercial con valores diferentes a los del pensamiento único. Solamente decir que Eduardo Verástegui como protagonista, dice en una entrevista: "espero que la gente salga del cine con el deseo de ser mejores personas".Una delicia de película, que en este tiempo de adviento es un motivo para hacer crecer la esperanza en el corazón de cuantos vayan a verla.
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