domingo, 16 de noviembre de 2008

Un secreto que ahora confieso


Si te digo la verdad, amigo lector/a no me esperaba ahora comenzar este blog. Te lo diré a continuación.Parezco un poco loco, y creo que siempre un cierto grado de locura no le viene mal a nuestro mundo, tantas veces aparentemente cuerdo.
También es cierto como que hace tiempo quería empezar a escribir acerca de mis vivencias y reflexiones. Debe ser ahora el momento de iniciarlo con este blog. Te preguntarás quién hay detrás de estos escritos. Te daré algunos datos, todos auténticos.
Sobre mi nombre no sé si ponerle, porque no quiero singularizarme. Sinceramente, puedo ser como otros compañeros sacerdotes, así que firmaré como "un cura", aunque no viva como "un cura" (por ponerle un poco de humor).
Claro, si no te digo el nombre y empiezo a darte detalles de dónde vivo, qué actividades realizo, en qué parroquia estoy...entonces te lo pongo más o menos fácil para que puedas adivinarlo. Así que, intentaré no dar muchos detalles con el fin de que puedas captar el mensaje de lo que te comunico y no te quedes en el árbol que te impide ver el bosque. Ya imagino hasta algún medio de comunicación, curioseando por aquí a ver qué voy a decir...
En todo ser humano, siempre hay algo de curioseo.Es como aquella persona que fue un día a confesar y dice:"Mire padre, yo me acuso de ser un poco curioso y cotilla, siempre pendiente de los demás, de sus vidas, de lo que hacen, de lo que dejan de hacer, que si entran, que si salen..." El sacerdote le responde:"Tranquilo,hijo,eso es algo propio de la condición humana, lo importante es que te arrepientas y patatín y patatán..."Cuando ha recibido la absolución, le comenta el penitente: "Padre, ¿puedo hacerle una pregunta", "Claro que sí-le responde el sacerdote-pregunta"."Mi duda es ésta: San José ¿murió antes o después de la Virgen María?". A lo que le responde el cura: "Seguramente,hijo mío, moriría antes que la Virgen María". Y aquella persona inquieta pregunta: "Y qué pasó con la carpintería, la traspasó, la cerró, la alquiló...qué hizo con ella?"
No sé si serás como el del chiste.Mi deseo para ti que me lees ahora, es que te quedes con el mensaje de cuanto aquí vaya compartiendo, lo demás será accesorio.
Pues vamos al grano, te comento lo que esta tarde me ha ocurrido y me hace pensar. Esta semana fue de mucho trabajo y la verdad que he acabado algo estresado.Soy una persona que si estoy cansado o estresado puedo enfadarme con cierta facilidad y quienes más lo pagan son los que más cerca están. Cuando me dirigía a celebrar una de las dos misas que he tenido esta tarde como todos los sábados, el hecho es que iba por el camino pidiendo a Dios que nadie pagara mis enfados. Iba algo tenso y preocupado porque es mucha tensión la que uno acumula.
¿Y qué pasó?, te dirás. Muy sencillo. Cuando volvía, venía reflexionando sobre todo lo sucedido.No quiero cansarte más, estoy terminando amigo/a lector/a. Te imaginarás que más de uno ha pagado mis enfados, que no ha habido modo de dirigirme la palabra sin que tuviera una respuesta poco adecuada...Es cierto, pero no. Me refiero a que todo eso hubiera sido lo normal humanamente. Es decir, este esquema de: estrés y tensión + hablar con la gente, igual a enfado, malas palabras,amargura por la reacción tenida...
Nada de eso, y eso mismo es lo que me extraña, eso es lo que te comparto.Te confieso que esta reflexión me ha emocionado, en el sentido de que no era yo el que actúaba. Además, al regreso vuelvo con paz, con ánimo renovado...No lo entiendo. Ése es el secreto que ahora confieso.Creo que Alguien ha querido darme esa fuerza que humanamente no tenía para que las celebraciones y el contacto con la gente fuera bien. Eso me desborda, te confieso que no lo entiendo.Lo natural es que el enfado hubiera salido sin darme cuenta con alguien y no ha sido así.
Y otra cosa que no comprendo. Es tarde, llego cansado con ganas de descansar y me pongo a abrir este blog y escribir en él. Te comentaba al principio, que estaba un poco loco. Te deseo que tú también.
Me alegrará que me envíes tus comentarios y reflexiones sobre este escrito.Lo tendré en cuenta. No sé si te habrá ayudado o no, ya me lo compartirás. Si te ha gustado, comentáselo a alguien conocido.
Espero tus indicaciones, eso también creará interactividad entre tú y yo.Muchas gracias.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola sacerdote,me gusta tu escrito,no sé los años que tienes de cura para estar tan cansado,pero te entiendo.
La respuesta la tenés vos si leés bien lo que escribiste,el ir rezando...te dió la serenidad que necesitás.Solo eso.Solo Dios basta...decía S Teresa
Irene

Anónimo dijo...

hola , a mi tambien me gusta lo que escribe , lo siento muy solo como para hacer esto , pero,creo que es un paso poder escribir y estar con pensamientos propios y de alguien más, ahora como yo.
que puedo decir ,con los años he aprendido a dejar a resignarme. es todo siga escribiendo , aqui estamos.
si puedo , hable un poco más de usted , de qué hace ,talvez un día le cuente mi gran historia.
cariños, nataly

Anónimo dijo...

quiero preguntarle algo. puede un cura ser mal humorado con su comunidad? hiriente? dejar de salugar a los que le caen mal? eso es cristiano? se puede ser asi?
Grcias por responder padre.